Un día como hoy

Un día así, como el de hoy, con el cielo sin definirse y un viento frío, suave, pero frío, que como ayer, se cuela por entre las rendijas de la ventana, todo es igual, todo, salvo que mis brazos, tímidos, hoy no te sostienen.

Las miradas no nos dejaban, los suspiros envolvían todo el ambiente, sonrisas por doquier, y un único deseo, ese que nos alimento las ganas, ese que nos llevo a un lugar donde no hay espacio más que para dos, un rincón donde sólo caben tu alma y la mía, esas que supieron encajar como piezas de un puzzle del destino.

Hasta la misma canción suena hoy en la radio, nadie les aviso que no debían pasarla, son hoy sus acordes los que terminan quebrando los últimos pedazos de mi corazón, haciéndolos estallar contra el piso de la habitación, que como testigo silencioso no hace nada para cambiar el final.

Y quizás hoy tus dedos también estén entumecidos, como aquel día, por el frío, pero hoy yo no podré calentarlos porque mi manos no tienen más calor que dar.

Si, un día como hoy, aprendí a amar.