La vida te sabe besar


Nunca voy a entender a mi destino, le gusta golpearme hasta que la piel se ajé y luego sin previo aviso me besa en la boca. Claro que con el tiempo aprendí a no esperar nada más de él, tratar de soportar de pie los golpes y volar cuando despeja el cielo, así es mi vida.
Es por ello que tal vez me he consumido en demasiados sueños e ilusiones, y el corazón me lo hace saber, sus latidos temen antes de alegrarse, es como si quisiera defenderse de un final que le dejó más marcas de las que pueda curar.
Quizás fui yo quien nunca entendió que dentro de la botella no había deseos para pedir, que eras vos el genio y sólo había que destaparla para que la magia tenga sentido.
He caminado demasiado tiempo y las huellas se han ido cubriendo con el polvo del pasado, lo único transparente que puedo ver es lo que hay hacia adelante, ahí donde tus ojos me iluminan las esperanzas.
Sé que no todo depende de mi destino, el tuyo trae sus propios planes, que se crucen ya no depende de ellos, ahora todo quedó en manos de nuestras almas.
Yo por mi parte no pienso dejar que se me escapen esos rosados labios que hoy puso frente a los míos, es momento de besarte en la boca, destino.

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