Lejos de casa

Hoy es la distancia la que me hace añorar,
esa que se posa en mis pupilas, buscando algún recuerdo,
uno para traicionar a la razón y darle un golpe al olvido,
quizas por ser lo único que me espera de regreso.

El destino es un mal jugador, no soporta la derrota,
y Tú sabes bien que yo le había ganado,
pero en su manga siempre guarda una carta,
esa que nunca escribí, y se quedó con la partida.

Ya no hay lágrimas que puedan recorrer las mejillas,
aunque tampoco quedan latidos para compartir,
así voy recorriendo el camino de vuelta al hogar,
con la soledad en la espalda y el alma fria de dolor.

No sé si el amor fue una excusa para poder vivir,
pero hizo que éste corazón salga a cabalgar bajo la luna,
yendo tan rápido que nunca pudo ver el cielo,
y al final llego, pero muy lejos de casa, amor.

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